martes, 19 de marzo de 2024

La felicidad social 2023: 20M Happiness Day, publicado en The Conversation

 

La felicidad social, cada vez más pendiente del hilo digital

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Víctor Raúl López Ruiz, Universidad de Castilla-La Mancha; Domingo Nevado Peña, Universidad de Castilla-La Mancha; José Luis Alfaro Navarro, Universidad de Castilla-La Mancha y Nuria Huete Alcocer, Universidad de Castilla-La Mancha

¿Somos más felices socialmente si somos más digitales? En cierto modo, sí. Hemos identificado un perfil de ciudadano digital que se preocupa por la calidad de su carrera profesional, busca teletrabajar al menos parte de su jornada, prefiere vivir en un ecosistema sostenible con la naturaleza, es más individualista y dice gozar de un importante bienestar.

Este nuevo perfil está relacionado con la capacidad digital, una variable recogida en el informe 2023 que acaba de publicar el Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida. Éste arroja mejores valores en calidad de vida para los españoles que en años anteriores, dejando definitivamente atrás la pandemia y recuperando poco a poco la salud mental de los jóvenes.

Sin embargo, introduce una variable y un sesgo en la sociedad actual: la capacidad digital. Estos factores han sido utilizados para medir el desarrollo “inteligente” de los territorios.

¿Somos más felices socialmente si somos más digitales?

Una cuestión clave del estudio para la sociedad española, extrapolable a otras sociedades occidentales, ha sido encontrar a los grupos vulnerables. Utilizando el perfil digital del ciudadano se observa una relación directa entre las capacidades tecnológicas que dicen poseer los encuestados y los factores que condicionan su calidad de vida.

El ciudadano digital muestra claramente mayor satisfacción con el lugar donde vive, con las condiciones familiares y las laborales. Se muestra una nueva brecha digital de alfabetización que tiene que ver con el bienestar.

Esta brecha, en su lado positivo, ofrece un perfil de ciudadano que busca un ecosistema sostenible, seguro, urbano, pero planificado en barrios, con mayor calidad de servicios públicos y privados, con alta accesibilidad y reducido coste, que podría englobarse en el arquetipo de la smart city de los 15 minutos.

De hecho, este ciudadano vive ya en un modelo residencial de ciudad inteligente que le proporciona mayor felicidad. No está preocupado por su situación financiera, sino por la calidad de su carrera profesional. Quiere beneficiarse no solo de un sueldo suficiente, también del teletrabajo –al menos a jornada parcial–, un buen ambiente laboral y un tiempo compartido con su actividad laboral, que en ocasiones resulta invasivo, al estar continuamente conectado.

La cuestión es que, por el momento, este individuo digital, que dice tener más calidad de vida, incluso ser más feliz, no es un estándar. Como veremos a continuación, es diferente en términos sociales a sus predecesores.

El ciudadano digital es más individual

Tiene más calidad de vida, pero es más individual. Sus preferencias para habitar se dirigen hacia zonas residenciales de grandes ciudades planificadas de forma eficiente. Además, busca el mayor número de servicios posibles, pero concentrados en un área de acceso rápido. Todo ello integrado en un ecosistema sostenible con la naturaleza.

Al realizar una rápida valoración por grupos, a través de promedios clasificados, tendríamos un perfil digital de baja capacidad que nos llevaría a mujeres, con vida en pareja, edad superior a 50 años, en desempleo o en sectores económicos de baja tecnología y residencia en áreas rurales.

Por otro lado, el perfil de alta capacitad digital suele enfrentarse al anterior en dichas clasificaciones y son mayoritariamente hombres, aunque más igualitario, jóvenes menores de 40 años, solteros, con estudios superiores y empleados en el sector servicios.

La estrategia de inclusión digital es necesaria en nuestra sociedad para reducir esta brecha. Los individuos digitales muestran mejores valoraciones en todos los factores que condicionan su calidad de vida en este estudio. La satisfacción con la vida, con el lugar de residencia, la familia, el estado de bienestar, las políticas verdes, la oferta cultural y deportiva, el entorno laboral, la calidad del puesto de trabajo, la situación económica, el teletrabajo e incluso la felicidad social en términos multifocales, están mejor valoradas por este grupo.

Sin embargo, aplicando el modelo de medición de calidad de vida, hemos podido calcular que hasta el 74 % del total de esa felicidad es explicada por dichos factores sociales para los residentes en grandes ciudades con bajas capacidades digitales. En la misma coyuntura, el modelo para los individuos con altas capacidades llega solo al 54 % en términos sociales.

Dicho de otro modo, las cuestiones personales o individuales son más importantes para los más digitales. Por lo tanto, la digitalización del capital humano nos hace más felices en términos de calidad de vida, pero al mismo tiempo nos conduce a una sociedad más individualista, menos presencial y que necesita menos las interrelaciones humanas.

¿A quien dejamos atrás?

En este proceso, la sociedad cuestiona a los mayores de 50 años, residentes en áreas rurales y, aún peor, añade la brecha de género –a las mujeres–, creando perfiles vulnerables en la sociedad digital. Esta cuestión genera rechazo social, a pesar de estar satisfechos con su vida, incluso por encima de otros grupos más jóvenes, les hace profundamente infelices.

De esta forma, como sociedad de altas prestaciones en calidad de vida precisamos políticas activas de inclusión digital que brinden herramientas y habilidades necesarias para aprovechar el ecosistema digital. Es la estrategia necesaria para una sociedad que deja atrás formas de interactuar entre individuos, instituciones y organizaciones.

El trabajo realizado a través de los perfiles ilustra los grupos sociales que son vulnerables en su gestión de las tecnologías en el día a día. Lo cierto es que fundamentalmente los mayores han sido apartados progresivamente de familiares, muchos viviendo en residencias o en una soledad no deseada. Esta cuestión se acentúa especialmente si son mujeres y/o habitan en el medio rural.

Pero ahora la brecha digital los aparta aún más de una sociedad obsesionada por la eficiencia tecnológica que en muchos casos evita la presencialidad, sustituyendo la interrelación humana por la conectividad global entre máquinas. La calidad de vida sale fortalecida en el corto plazo, pero avanzamos a una sociedad más individualista en el largo plazo.

La cuestión de fondo es que cuando las estrategias de la inclusión digital y el tiempo hagan su efecto, la sociedad resultante tendrá altos estándares en calidad de vida, pero será menos social, será más competitiva y sus intereses serán menos comunes.The Conversation

Víctor Raúl López Ruiz, Catedrático de Universidad en Economía Aplicada (Econometría), Universidad de Castilla-La Mancha; Domingo Nevado Peña, Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, Universidad de Castilla-La Mancha; José Luis Alfaro Navarro, Catedrático de Universidad en Economía Aplicada (Estadística), Universidad de Castilla-La Mancha y Nuria Huete Alcocer, Profesora Contratada Doctora, Universidad de Castilla-La Mancha

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

viernes, 15 de marzo de 2024

Sostenibilidad y digitalización, en RTVD Toledo

Realizado el análisis de resultados del informe de calidad de vida 2023, este año insistimos en dos grandes parcelas el paradigma de la sostenibilidad y el rechazo desde la digitalización, los valores alcanzados no sitian en mejor posición que en 2022 con un olvido total de los efectos de la pandemia y más sensibilidad hacia los aspectos económicos.


Entrevista de Ándrés Escobar a Víctor López

jueves, 14 de marzo de 2024

Transferencia social desde nuestro observatorio

Nueva publicación en este caso desde la revista internacional Clara @RevistaClara sobre nuestro estudio e informe en calidad de vida, adentrándose en resultados y en las comparativas por lugar de residencia. La periodista redactora en el perfil Bienestar y Psicología es Sonia Dorado Orellana


 

domingo, 11 de febrero de 2024

An analysis of the key role of human and technological development in the smart specialization of smart European regions

2024 Happiness Report is now open. We are working again in 'smart areas' applied to Spain/Europe. We recover in 'open access' our work published in 2019 by 'Information Technology for Development' with the tittle: 'An analysis of the key role of human and technological development in the smart specialization of smart European regions', look:

The Europe 2020 development strategy prioritizes the so-called Smart Regions, reflecting the European Commission's commitment to geographical ‘specialization.’ Accordingly, the European regions have developed innovation strategies for smart specialization. A key element in these development strategies is the technological factor, which is clearly influenced by the level of human development in the region. This article analyses the convergence between citizens’ capacities and technological development in a region. Specifically, we analyse 129 NUTS 2 regions in Europe, using official data provided by Eurostat. To measure human development, this article proposes a Smart Human Index based on a synthetic indicator incorporating three dimensions; in addition, we use two dimensions to construct an indicator of regional technological development. The results show that a region's technological capacity clearly depends on its inhabitants’ degree of formal education, while their use of technologies depends on the citizens’ degree of social openness and cultural level.


KEYWORDS: Smart regions smart specialization human capital technological development Europe NUTS 2





viernes, 19 de enero de 2024

Estaremos en la XXXIII Jornadas Hispano Lusas de Gestión Económica

CALIDAD DE VIDA Y SOSTENIBILIDAD, EL CAMBIO DE PARADIGMA

Quality of life and sustainability, the paradigm shift, is our proposal to this scientific international Congress

El paradigma holístico de sostenibilidad en el que se encuadra la investigación nos permite el análisis de las condiciones de la sociedad residente en los distintos espacios como sus capacidades tecnológicas y la conectividad alcanzada que reportará diferentes niveles de calidad de vida y de relación con el entorno. A través de este estudio, ofrecemos una visión actualizada de los factores socioeconómicos que impactan en la calidad de vida de los ciudadanos españoles, en los que son clave los que tienen que ver con una concepción multidimensional de la sostenibilidad en el sentido de desarrollo humano, medioambiental y económico, proporcionando información relevante para la toma de decisiones en políticas públicas orientadas a mejorarla. 


The holistic paradigm of sustainability in which the research is framed allows us to analyze the conditions of the society residing in different spaces, including their technological capabilities and the connectivity achieved, which will result in different levels of quality of life and relationship with the environment. Through this study, we provide an updated view of the socioeconomic factors that impact the quality of life of Spanish citizens, with a focus on those related to a multidimensional conception of sustainability in terms of human, environmental, and economic development. 



viernes, 10 de noviembre de 2023

Difusión del Informe 2023: "Calidad de Vida y Felicidad ciudadana"

 


El Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha presentado hoy su último informe ‘Calidad de Vida y Felicidad Ciudadana para España 2023’, en el que se desprende un ligero aumento del estado de la felicidad entre la ciudadanía con respecto al pasado año. En esta cuarta entrega, como indican los investigadores, se ha incrementado en medio punto, 7.58 sobre 10, en relación a 2022. El informe, que pone el foco en las personas mayores, incorpora como nuevo factor el de las capacidades digitales.

El salón de actos del edificio Melchor de Macanaz ha acogido esta mañana la presentación del cuarto informe anual elaborado desde el Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida de la UCLM, en el que se recoge un aumento de medio punto de la felicidad ciudadana con respecto al año pasado.

Así lo daban a conocer los autores del informe ‘Calidad de Vida y Felicidad Ciudadana para España 2023’, Víctor Raúl López, Nuria Huete y José Luis Alfaro, encargados de detallar el estudio en este Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, durante un acto que ha estado presidido por la directora general de Mayores, Alba Rodríguez, y que también ha contado con la participación del decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Francisco Escribano.

Entre los resultados de este año, destaca que el indicador sintético de felicidad ciudadana se recupera hasta máximos (7.58 sobre 10), medio punto más que en 2022 y similares al valor alcanzado en el primer estudio en 2020 (7.68), continuando como factores clave la situación familiar, laboral y la seguridad. En este punto, los investigadores señalaron a la zona norte, en primer lugar, y al centro de España, incluyendo a Castilla-La Mancha, en segundo lugar, como regiones con mayor nivel de felicidad.

“Por otra parte, el impacto de la pandemia ya no es significativo, pero su alcance es superior en nuestros mayores. Se puede ver como el análisis incorpora un nuevo factor, el de las capacidades digitales del individuo, que provee calidad de vida y que es un claro lastre para los mayores de 50 años”, indicaron los investigadores.

Otro aspecto analizado ha sido el paradigma de la eficiencia enlazada al desarrollo sostenible, “que gana cada vez más importancia en las ciudades ‘smart’ (inteligentes), buscando reducir la contaminación, mejorar la movilidad, el transporte y la accesibilidad a servicios y al entorno de manera eficiente”.

En contraste, las "áreas rurales inteligentes" buscan atraer la innovación tecnológica, promoviendo una mayor interacción con la naturaleza y los recursos locales. “El pulso está muy igualado, aunque la tendencia parece decantarse por las primeras”, afirmaron.
Del análisis se desprende, entre otros los perfiles, una mayor discriminación por género las mujeres jóvenes desempleadas con residencia en ámbito rural. Por otra parte, “los más felices socialmente son aquellos con mayor nivel de estudios, rentas altas, mediana edad y que trabajan en el sector público en educación o sanidad. No obstante, los más satisfechos con su vida son nuestros mayores”. 

Entre las novedades del informe, el turismo sostenible se convierte en una necesidad para mejorar la calidad de vida, y el emprendimiento es valorado como activador de la situación económica por la mayoría de los españoles. Entre las asignaturas pendientes, el precio de la vivienda, la opción por el teletrabajo y el acceso a un trabajo cualificado.

El estudio se soporta en una metodología propia con enfoque multidimensional en tres grandes áreas sociales para el individuo: familiar, residencial y laboral. El trabajo de campo se desarrolla a través de una macroencuesta nacional, que en 2023 ha cerrado con un total de 1154 respuestas válidas, que supone un 2,8% de margen de error. El medio utilizado fundamental ha sido el digital, y el tiempo de activación ha sido desde mayo a septiembre. 

El objetivo principal del Observatorio es conocer el bienestar social de los encuestados, la felicidad ciudadana, que, de forma anónima, permite el estudio en grupos por edad, género, lugar de residencia, empleo, renta o nivel de estudios.

Gabinete de Comunicación UCLM. Albacete, 10 de noviembre de 2023

Así es nuestro ideal de calidad de vida

Así es nuestro ideal de calidad de vida

Víctor Raúl López Ruiz, Universidad de Castilla-La Mancha; Domingo Nevado Peña, Universidad de Castilla-La Mancha; José Luis Alfaro Navarro, Universidad de Castilla-La Mancha y Nuria Huete Alcocer, Universidad de Castilla-La Mancha

Desde el punto de vista científico, ¿qué es la calidad de vida? Sabemos que depende de cómo nos relacionamos con los otros, de nuestras capacidades sociales y digitales. También que le afecta cómo nos relacionamos con el entorno y, por tanto, cómo entendemos el desarrollo sostenible. Los resultados del Informe de Calidad de Vida y Felicidad Ciudadana 2023, publicados por el Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida (OICV), nos dejan una radiografía social con claros perfiles sobre cómo lograrla.

El concepto de calidad de vida es multidimensional. Se refiere a los aspectos que buscan el bienestar del individuo, amparado en sus relaciones sociales y en su propio yo. Esa parte social es lo que denominamos felicidad ciudadana.

Bienestar sostenible

A nivel global, la calidad de vida del ciudadano está cada vez más relacionada conceptualmente con la Agenda 2030 y, por tanto, se sostiene en los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Es esta una de las claves para entender los rankings de felicidad elaborados desde la ONU y la agenda diseñada para el futuro próximo.

Superados los retos globales de la pandemia, aún con las actuales guerras en Europa del Este y Oriente Próximo, nos dirigimos hacia una sociedad que está variando nuestro entorno, integrando tecnologías y persiguiendo la eficiencia para una vida más satisfactoria del individuo. La sostenibilidad se convierte en el pilar fundamental de un paradigma holístico para el desarrollo.

El concepto de desarrollo sostenible se alinea con los objetivos de las ciudades y áreas rurales inteligentes. Esto implica la mejora de la calidad de vida como objetivo de desarrollo, la consideración de límites ambientales como objetivo sostenible y la inversión en tecnologías que buscan la eficiencia y eficacia en la consecución de estos objetivos.

Espacios urbanos y rurales inteligentes

Cuando su planificación y desarrollo se califican como smart (inteligentes), los espacios residenciales urbanos y rurales proveen mayor satisfacción al ciudadano. Las nuevas tecnologías y sus infraestructuras son, pues, relevantes, pero también lo son las capacidades digitales de los residentes. El proceso de eficiencia es, por lo tanto, dual.

Las ciudades inteligentes se centran en la transformación de áreas urbanas densamente pobladas, buscando reducir la contaminación, mejorar la movilidad y el transporte y facilitar la accesibilidad a servicios y al entorno de manera eficiente. En contraste, las “áreas rurales inteligentes” buscan atraer la innovación tecnológica, promoviendo una mayor interacción con la naturaleza y los recursos locales.

En todas las áreas inteligentes, urbanas y rurales, la capacidad tecnológica de los residentes desempeña un papel fundamental en la búsqueda de mayor eficiencia y, por extensión, en la mejora de la calidad de vida.

La conectividad y la accesibilidad a diferentes servicios son esenciales, lo que se alinea con el concepto de la ciudad de 15 minutos. También lo es la facilitación de las relaciones sociales, de forma presencial y no presencial, haciéndolas cercanas en el sentido bidimensional espacio-temporal. Pero, además, hay que priorizar la relación sostenible con el entorno a través del acceso a zonas verdes. Esto resulta clave para la planificación y el desarrollo de los nuevos espacios residenciales, que proporcionan altos niveles de calidad de vida.

En 2023 hemos recuperado los niveles de calidad de vida anteriores a la pandemia y la guerra de Ucrania. El soporte para estas conclusiones podemos aceptarlo desde el análisis continuo de indicadores a partir de encuestas que proporcionan una radiografía sobre perfiles en nuestra sociedad y un modelo matemático como herramienta para determinar los factores clave.



Mayores más satisfechos pero menos felices

El lugar idóneo para residir en términos de satisfacción son las áreas rurales, ya que en estos lugares se suele tener más espacio y cercanía al medio natural. Ahora bien, la felicidad ciudadana en la que se unen la dimensión laboral, la accesibilidad al estado del bienestar (salud, educación, seguridad) y la eficiencia con capacidades tecnológicas hacen que a veces sean preferibles las ciudades inteligentes.

Las capacidades digitales hacen mella en nuestros mayores, que están más satisfechos con la vida, pero son menos felices que las personas jóvenes y de mediana edad.

Por sectores, los trabajadores en educación, sanidad, finanzas y construcción están más satisfechos con su calidad de vida que en el resto de sectores, sobre todo aquellos inactivos, en desempleo o asalariados en comercio.

Los individuos que cuentan con rentas más altas, alto nivel de estudios y capacidades digitales se muestran claramente más felices o con niveles de calidad de vida superiores.

Hacer turismo mejora la calidad de vida

En cuanto al turismo, es un recurso clave que mejora la calidad de vida de los que lo realizan. Entre las diferentes posibilidades, el familiar y cultural, más sostenible, gana muchos adeptos.

En el análisis realizado por el OICV, más de la mitad de los españoles están de acuerdo en que la actividad turística mejora su calidad de vida, y más del 80 % presentan notables resultados de satisfacción con la actividad realizada en este año. Esto es muy relevante, considerando que España es la segunda potencia mundial en dicho sector, tras Estados Unidos.

Nuestra sociedad en la actualidad sigue buscando mejoras en la calidad de vida de sus ciudadanos. No es suficiente garantizar el estado del bienestar. El paradigma de la sostenibilidad impregna este cambio, y la eficiencia se impone a través de las capacidades digitales de los individuos en las relaciones sociales y con el entorno.The Conversation

Víctor Raúl López Ruiz, Catedrático de Universidad en Economía Aplicada (Econometría), Universidad de Castilla-La Mancha; Domingo Nevado Peña, Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, Universidad de Castilla-La Mancha; José Luis Alfaro Navarro, Catedrático de Universidad en Economía Aplicada (Estadística), Universidad de Castilla-La Mancha y Nuria Huete Alcocer, Profesora Contratada Doctora, Universidad de Castilla-La Mancha

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Simposio nacional en calidad de vida CABIDA24: soledad no deseada y digitalización a examen

Tres décimas menos para nuestra calidad de vida en 2024. Los valores más altos se alcanzan en áreas rurales y ciudades no densamente poblada...