Find the research in mensuration and management of intangible assets (capitals), developed by Intellectual Capital Research Group, as well as comments and information about Global Economy and Quality of Life.
¿Somos más felices socialmente si somos más digitales? En cierto modo, sí. Hemos identificado un perfil de ciudadano digital que se preocupa por la calidad de su carrera profesional, busca teletrabajar al menos parte de su jornada, prefiere vivir en un ecosistema sostenible con la naturaleza, es más individualista y dice gozar de un importante bienestar.
Este nuevo perfil está relacionado con la capacidad digital, una variable recogida en el informe 2023 que acaba de publicar el Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida. Éste arroja mejores valores en calidad de vida para los españoles que en años anteriores, dejando definitivamente atrás la pandemia y recuperando poco a poco la salud mental de los jóvenes.
¿Somos más felices socialmente si somos más digitales?
Una cuestión clave del estudio para la sociedad española, extrapolable a otras sociedades occidentales, ha sido encontrar a los grupos vulnerables. Utilizando el perfil digital del ciudadano se observa una relación directa entre las capacidades tecnológicas que dicen poseer los encuestados y los factores que condicionan su calidad de vida.
El ciudadano digital muestra claramente mayor satisfacción con el lugar donde vive, con las condiciones familiares y las laborales. Se muestra una nueva brecha digital de alfabetización que tiene que ver con el bienestar.
Esta brecha, en su lado positivo, ofrece un perfil de ciudadano que busca un ecosistema sostenible, seguro, urbano, pero planificado en barrios, con mayor calidad de servicios públicos y privados, con alta accesibilidad y reducido coste, que podría englobarse en el arquetipo de la smart city de los 15 minutos.
De hecho, este ciudadano vive ya en un modelo residencial de ciudad inteligente que le proporciona mayor felicidad. No está preocupado por su situación financiera, sino por la calidad de su carrera profesional. Quiere beneficiarse no solo de un sueldo suficiente, también del teletrabajo –al menos a jornada parcial–, un buen ambiente laboral y un tiempo compartido con su actividad laboral, que en ocasiones resulta invasivo, al estar continuamente conectado.
La cuestión es que, por el momento, este individuo digital, que dice tener más calidad de vida, incluso ser más feliz, no es un estándar. Como veremos a continuación, es diferente en términos sociales a sus predecesores.
El ciudadano digital es más individual
Tiene más calidad de vida, pero es más individual. Sus preferencias para habitar se dirigen hacia zonas residenciales de grandes ciudades planificadas de forma eficiente. Además, busca el mayor número de servicios posibles, pero concentrados en un área de acceso rápido. Todo ello integrado en un ecosistema sostenible con la naturaleza.
Al realizar una rápida valoración por grupos, a través de promedios clasificados, tendríamos un perfil digital de baja capacidad que nos llevaría a mujeres, con vida en pareja, edad superior a 50 años, en desempleo o en sectores económicos de baja tecnología y residencia en áreas rurales.
Por otro lado, el perfil de alta capacitad digital suele enfrentarse al anterior en dichas clasificaciones y son mayoritariamente hombres, aunque más igualitario, jóvenes menores de 40 años, solteros, con estudios superiores y empleados en el sector servicios.
La estrategia de inclusión digital es necesaria en nuestra sociedad para reducir esta brecha. Los individuos digitales muestran mejores valoraciones en todos los factores que condicionan su calidad de vida en este estudio. La satisfacción con la vida, con el lugar de residencia, la familia, el estado de bienestar, las políticas verdes, la oferta cultural y deportiva, el entorno laboral, la calidad del puesto de trabajo, la situación económica, el teletrabajo e incluso la felicidad social en términos multifocales, están mejor valoradas por este grupo.
Sin embargo, aplicando el modelo de medición de calidad de vida, hemos podido calcular que hasta el 74 % del total de esa felicidad es explicada por dichos factores sociales para los residentes en grandes ciudades con bajas capacidades digitales. En la misma coyuntura, el modelo para los individuos con altas capacidades llega solo al 54 % en términos sociales.
Dicho de otro modo, las cuestiones personales o individuales son más importantes para los más digitales. Por lo tanto, la digitalización del capital humano nos hace más felices en términos de calidad de vida, pero al mismo tiempo nos conduce a una sociedad más individualista, menos presencial y que necesita menos las interrelaciones humanas.
¿A quien dejamos atrás?
En este proceso, la sociedad cuestiona a los mayores de 50 años, residentes en áreas rurales y, aún peor, añade la brecha de género –a las mujeres–, creando perfiles vulnerables en la sociedad digital. Esta cuestión genera rechazo social, a pesar de estar satisfechos con su vida, incluso por encima de otros grupos más jóvenes, les hace profundamente infelices.
De esta forma, como sociedad de altas prestaciones en calidad de vida precisamos políticas activas de inclusión digital que brinden herramientas y habilidades necesarias para aprovechar el ecosistema digital. Es la estrategia necesaria para una sociedad que deja atrás formas de interactuar entre individuos, instituciones y organizaciones.
El trabajo realizado a través de los perfiles ilustra los grupos sociales que son vulnerables en su gestión de las tecnologías en el día a día. Lo cierto es que fundamentalmente los mayores han sido apartados progresivamente de familiares, muchos viviendo en residencias o en una soledad no deseada. Esta cuestión se acentúa especialmente si son mujeres y/o habitan en el medio rural.
Pero ahora la brecha digital los aparta aún más de una sociedad obsesionada por la eficiencia tecnológica que en muchos casos evita la presencialidad, sustituyendo la interrelación humana por la conectividad global entre máquinas. La calidad de vida sale fortalecida en el corto plazo, pero avanzamos a una sociedad más individualista en el largo plazo.
La cuestión de fondo es que cuando las estrategias de la inclusión digital y el tiempo hagan su efecto, la sociedad resultante tendrá altos estándares en calidad de vida, pero será menos social, será más competitiva y sus intereses serán menos comunes.
Realizado el análisis de resultados del informe de calidad de vida 2023, este año insistimos en dos grandes parcelas el paradigma de la sostenibilidad y el rechazo desde la digitalización, los valores alcanzados no sitian en mejor posición que en 2022 con un olvido total de los efectos de la pandemia y más sensibilidad hacia los aspectos económicos.
Nueva publicación en este caso desde la revista internacional Clara @RevistaClara sobre nuestro estudio e informe en calidad de vida, adentrándose en resultados y en las comparativas por lugar de residencia. La periodista redactora en el perfil Bienestar y Psicología es Sonia Dorado Orellana
2024 Happiness Report is now open. We are working again in 'smart areas' applied to Spain/Europe. We recover in 'open access' our work published in 2019 by 'Information Technology for Development' with the tittle: 'An analysis of the key role of human and technological development in the smart specialization of smart European regions', look:
The Europe 2020 development strategy prioritizes the so-called Smart Regions, reflecting the European Commission's commitment to geographical ‘specialization.’ Accordingly, the European regions have developed innovation strategies for smart specialization. A key element in these development strategies is the technological factor, which is clearly influenced by the level of human development in the region. This article analyses the convergence between citizens’ capacities and technological development in a region. Specifically, we analyse 129 NUTS 2 regions in Europe, using official data provided by Eurostat. To measure human development, this article proposes a Smart Human Index based on a synthetic indicator incorporating three dimensions; in addition, we use two dimensions to construct an indicator of regional technological development. The results show that a region's technological capacity clearly depends on its inhabitants’ degree of formal education, while their use of technologies depends on the citizens’ degree of social openness and cultural level.
KEYWORDS: Smart regions smart specialization human capital technological development Europe NUTS 2
CALIDAD DE VIDA Y SOSTENIBILIDAD, EL CAMBIO DE PARADIGMA
Quality of life and sustainability, the paradigm shift, is our proposal to this scientific international Congress
El paradigma holístico de sostenibilidad en el que se encuadra la investigación nos permite el análisis
de las condiciones de la sociedad residente en los distintos espacios como sus capacidades
tecnológicas y la conectividad alcanzada que reportará diferentes niveles de calidad de vida y de
relación con el entorno.
A través de este estudio, ofrecemos una visión actualizada de los factores socioeconómicos que
impactan en la calidad de vida de los ciudadanos españoles, en los que son clave los que tienen que
ver con una concepción multidimensional de la sostenibilidad en el sentido de desarrollo humano,
medioambiental y económico, proporcionando información relevante para la toma de decisiones en
políticas públicas orientadas a mejorarla.
The holistic paradigm of sustainability in which the research is framed allows us to analyze the
conditions of the society residing in different spaces, including their technological capabilities and
the connectivity achieved, which will result in different levels of quality of life and relationship with
the environment.
Through this study, we provide an updated view of the socioeconomic factors that impact the quality
of life of Spanish citizens, with a focus on those related to a multidimensional conception of
sustainability in terms of human, environmental, and economic development.
El Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha presentado hoy su último informe ‘Calidad de Vida y Felicidad Ciudadana para España 2023’, en el que se desprende un ligero aumento del estado de la felicidad entre la ciudadanía con respecto al pasado año. En esta cuarta entrega, como indican los investigadores, se ha incrementado en medio punto, 7.58 sobre 10, en relación a 2022. El informe, que pone el foco en las personas mayores, incorpora como nuevo factor el de las capacidades digitales.
El salón de actos del edificio Melchor de Macanaz ha acogido esta mañana la presentación del cuarto informe anual elaborado desde el Observatorio de Intangibles y Calidad de Vida de la UCLM, en el que se recoge un aumento de medio punto de la felicidad ciudadana con respecto al año pasado.
Así lo daban a conocer los autores del informe ‘Calidad de Vida y Felicidad Ciudadana para España 2023’, Víctor Raúl López, Nuria Huete y José Luis Alfaro, encargados de detallar el estudio en este Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, durante un acto que ha estado presidido por la directora general de Mayores, Alba Rodríguez, y que también ha contado con la participación del decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Francisco Escribano.
Entre los resultados de este año, destaca que el indicador sintético de felicidad ciudadana se recupera hasta máximos (7.58 sobre 10), medio punto más que en 2022 y similares al valor alcanzado en el primer estudio en 2020 (7.68), continuando como factores clave la situación familiar, laboral y la seguridad. En este punto, los investigadores señalaron a la zona norte, en primer lugar, y al centro de España, incluyendo a Castilla-La Mancha, en segundo lugar, como regiones con mayor nivel de felicidad.
“Por otra parte, el impacto de la pandemia ya no es significativo, pero su alcance es superior en nuestros mayores. Se puede ver como el análisis incorpora un nuevo factor, el de las capacidades digitales del individuo, que provee calidad de vida y que es un claro lastre para los mayores de 50 años”, indicaron los investigadores.
Otro aspecto analizado ha sido el paradigma de la eficiencia enlazada al desarrollo sostenible, “que gana cada vez más importancia en las ciudades ‘smart’ (inteligentes), buscando reducir la contaminación, mejorar la movilidad, el transporte y la accesibilidad a servicios y al entorno de manera eficiente”.
En contraste, las "áreas rurales inteligentes" buscan atraer la innovación tecnológica, promoviendo una mayor interacción con la naturaleza y los recursos locales. “El pulso está muy igualado, aunque la tendencia parece decantarse por las primeras”, afirmaron.
Del análisis se desprende, entre otros los perfiles, una mayor discriminación por género las mujeres jóvenes desempleadas con residencia en ámbito rural. Por otra parte, “los más felices socialmente son aquellos con mayor nivel de estudios, rentas altas, mediana edad y que trabajan en el sector público en educación o sanidad. No obstante, los más satisfechos con su vida son nuestros mayores”.
Entre las novedades del informe, el turismo sostenible se convierte en una necesidad para mejorar la calidad de vida, y el emprendimiento es valorado como activador de la situación económica por la mayoría de los españoles. Entre las asignaturas pendientes, el precio de la vivienda, la opción por el teletrabajo y el acceso a un trabajo cualificado.
El estudio se soporta en una metodología propia con enfoque multidimensional en tres grandes áreas sociales para el individuo: familiar, residencial y laboral. El trabajo de campo se desarrolla a través de una macroencuesta nacional, que en 2023 ha cerrado con un total de 1154 respuestas válidas, que supone un 2,8% de margen de error. El medio utilizado fundamental ha sido el digital, y el tiempo de activación ha sido desde mayo a septiembre.
El objetivo principal del Observatorio es conocer el bienestar social de los encuestados, la felicidad ciudadana, que, de forma anónima, permite el estudio en grupos por edad, género, lugar de residencia, empleo, renta o nivel de estudios.
Gabinete de Comunicación UCLM. Albacete, 10 de noviembre de 2023